La película está ambientada en Estados Unidos, en un pequeño pueblo del Estado de Alabama. Asimismo, el contexto socioeconómico del film está dado por la Gran Depresión de los años 30’.
Su protagonista es Scout Finch, una niña de 6 años que va narrando toda la película de acuerdo a su mirada ya adulta. De esta forma, ella cuenta que vive con su padre (Atticus Finch), quien es un hombre viudo, de profesión abogado –con valores a destacar dentro de la película-, un hermano mayor (Jem Finch) y una nana de raza negra.
En una primera parte de la película, los niños son protagonistas absolutos. Scout cuenta sobre sus travesuras. Vemos que tiene amistad con su hermano (Jem) y un niño de clase acomodada que veranea en el lugar en que ellos residen (Dill). Además, simpatiza con un niño, hijo de un granjero, que es compañero de curso de ella y cuyo padre fue defendido por el Atticus. Por último, resulta muy curiosa la obsesión que los niños tienen con un vecino del barrio, un hombre que nunca se ha mostrado y es objeto de prejuicios y críticas de sus vecinas. Este hombre deja en un orificio de un árbol de su casa objetos para los niños: un reloj, dos muñecos muy parecidos a los hermanos Finch y distintas cosas, que Jem guarda en una caja.
Más adelante, surge el conflicto principal de la película, que trata sobre la defensa que el Atticus realiza como abogado a un hombre de raza negra (Tim Robbinson), acusado por una joven de nombre Mayella Ewell (cuyo padre –Bob Ewell- es un granjero de la zona) de abusos sexuales y golpes muy fuertes que dejaron como consecuencia lesiones en su cuerpo. Este caso es muy popular en la zona, y Scout y Jem son víctimas de las burlas de sus compañeros del colegio por tener un padre “defensor de los negros”, algo muy retorcido en aquella época.
En el juicio, Atticus pudo demostrar ante el jurado, en un alegato final formidable, que las acusaciones son totalmente falsas y que, en el fondo, trataban de eliminar la culpabilidad que sentía la joven por haber seducido a un hombre de raza negra. Expone que la acusación tiene como prueba solamente dos testimonios: los de Mayella y Bob Ewell, y que todo lo anterior es desmentido en su totalidad por el imputado; y agrega que hubiere sido imposible para el Sr. Robbinson abusar y golpear a la joven con su sola mano derecha, dado que su mano izquierda está muerta por un accidente en una algodonera. Es más, hace notar de acuerdo a sus declaraciones y las de su padre, Mayella había sido atacada por un individuo que se valía principalmente de su mano izquierda.
El abogado defensor, destaca los valores de igualdad ante la justicia, y la equidad de los tribunales. Dice al jurado que no pueden tolerar como un juicio equitativo declarar la culpabilidad de un hombre, que por el sólo hecho de ser negro sea objeto de tamaña acusación sin pruebas contundentes. Asimismo, destaca la labor de la justicia en el sentido de no emitir pronunciamientos en base a prejuicios y discriminaciones raciales, y que en todo este embrollo el Sr. Robbinson es un ser humano igual ante la justicia como todo hombre de raza blanca.
Sin embargo, el jurado de todas formas declaró culpable a Tom Robbinson.
Jem queda muy frustrado del resultado y Tom, al ser trasladado a una cárcel, se escapa y es disparado por un agente del Estado, el resultado de esto, fue su muerte.
Ya hacia el final de la película, Scout relata una última “aventura”, vivida tras la realización de un encuentro en la escuela, en el cual los niños deben disfrazarse de productos típicos del lugar. Ya tarde, de camino hacia su casa tras la presentación, Jem y Scout son atacados por un hombre: Bob Ewell. En tal situación, son defendidos por su vecino “especial”: Boo Radley. Este hombre, para protegerlos, mata a Ewell con un cuchillo.
La película termina con una metáfora: Scout le dice a su padre que hacer públicas las reales circunstancias del asesinato de Bob Ewell sería como “matar a un ruiseñor”, ya que Boo Radley es un hombre tímido que no le hace daño a nadie, siendo un acto malvado someterlo a un juicio. Por tanto, Atticus prefiere hacer caso al sheriff de la zona, quien prefiere presentar ante el pueblo el caso bajo la teoría que Ewell se había caído sobre su propio cuchillo, y librar de problemas al Boo. El sheriff señala a Atticus que “un negro murió sin culpa alguna, y ahora ha muerto el culpable de su muerte”.
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